He caído en la desesperanza, y no tanto por la dramática situación que vivimos (¡que no es poco!), cuyas consecuencias –excepto las irreparables pérdidas humanas–, sanitarias, económicas y sociales, aun con grandes sufrimientos traducidos en cierres de empresas, freno del crecimiento económico, descenso de la riqueza colectiva, aumento del desempleo, aparición de nuevos focos de […]