Las pequeñas y medianas empresas viven en un desafío constante, afrontando retos continuos, desde la supervivencia de sus inicios, pasando por conseguir una rentabilidad sólida hasta afrontar su crecimiento sostenible.
En la actualidad las pymes, además tienen que hacer frente a otros desafíos como la transformación digital y la gestión de sus recursos humanos, sin olvidarse del “tradicional” acceso a la financiación.
La transformación digital debe ser entendida como una prioridad absoluta para adaptarse rápida y efectivamente a la realidad de los mercados. Y, no sólo consiste en implantar un software de gestión que implemente un sistema eficiente y mejore la productividad, y, por ende, la competitividad, sino que hay que ser más ambiciosos y experimentar e integrar las “recientes” tecnologías: inteligencia artificial, analítica de datos y automatización de procesos. Sin olvidarnos de la ciberseguridad, peligro que solemos minimizar como si les pasara a otros, pero los ataques existen, y sus daños son costosos, por tanto, adoptar las medidas adecuadas que reduzcan o eviten esos riesgos no se puede obviar.
La gestión de las personas nunca ha sido fácil, aunque quizás ahora existen unas variables nuevas, especialmente el cambio de valores y de prioridades de las nuevas generaciones que se incorporan al mercado laboral, realidad que hay que saber gestionar. Por tanto, esto obliga a mejorar la gestión del personal, algo más crítico en una pyme, en la cual la pérdida de buenos empleados tendrá mayor impacto negativo que en una gran empresa. Así que hay que desarrollar políticas de recursos humanos atractivas, con programas de desarrollo profesional, flexibilidad y un buen ambiente de trabajo.
Por último, las dificultades de financiación, intrínsecas a la estructura y tamaño de las pymes, que para minimizarla es necesario, en lugar de llevar sólo la contabilidad, llevar una verdadera gestión financiera, una sólida estrategia financiera facilitará acceder a otras fuentes de financiación, buscar capital para crecer o invertir con un análisis de la inversión, es decir, navegar con más tranquilidad por las incertidumbres.
Ante los desafíos, las pymes tienen que ser proactivas e innovar de forma constante y formarse continuamente como forma de mantenerse al día de las tendencias del mercado, sociales y tecnológicas.