La semana pasada tuve el placer de compartir noventa minutos de charla y debate con alumnos de 4º curso de Relaciones Laborales y Recursos Humanos de la UMA, dentro del Workshops: Gestión Internacional de Recursos Humanos, organizado por las profesoras Ana I. Gaspar y Sofía L. Martínez. Llegar al debate para hablar de mi experiencia en pymes y micropymes, después de que mis antecesoras le contaran las políticas de recursos humanos de IKEA y la ONU, le podía restar atractivo. Pero, estos jóvenes estudiantes, muchos con experiencias laborales presentes y pasadas, demostraron un gran interés, sentido común, y claridad de ideas sobre lo que desean y demandan en sus futuras relaciones laborales.
Para confrontar con las intervenciones anteriores la pregunta a responder era: ¿Por qué las pymes no tienen definida políticas de recursos humanos? Algunas de las revelaciones que alcanzamos fueron que: las personas (los trabajadores) son un mal necesario, no existen procedimientos de gestión, no se explica (con detalle, más allá de la nomenclatura de su puesto de trabajo) a las personas lo que se espera de ellas, tampoco existen planes de formación interna enfocados al desarrollo de competencias y al progreso de los trabajadores, y por ende, de la empresa, no se admite el error, no como sistema, que obviamente no se debe tolerar, sino como parte del aprendizaje, existe poca información y transparencia, y cuesta encontrar la persona adecuada porque se desea alguien que haga las cosas como uno las hace, un mini-yo, y eso suele ser imposible.
Si continuamos con estas dinámicas y no vemos que los jóvenes y no tan jóvenes (con talento) priorizan para elegir trabajo aspectos como la calidad del proyecto a desarrollar, es decir, que les motive, les guste y, se sientan útiles y parte de algo interesante, que puedan conciliar su vida personal y laboral, cierta flexibilidad, una retribución justa y formar parte de una organización con valores, iremos perdiendo competitividad.
Si para grandes empresas, como la mencionada y muchas otras, las políticas de recursos humanos son líneas y prioridades estratégicas, y, están consiguiendo con su buena implementación ventajas competitivas diferenciadoras, qué estamos esperando en las pymes para comenzar a poner el desarrollo de las personas entre nuestras prioridades estratégicas.