DEFINIENDO PROBLEMAS, TOMANDO DECISIONES

Los salvajes incidentes vividos en nuestro país en los últimos días, y algunos razonamientos escuchados, que, con buena intención, intentan buscarle una explicación (por supuesto, oídos sordos a los impresentables comentarios justificadores o incentivadores, que se descalifican por sí mismos), me llevan a un tema, crucial en las organizaciones, cómo se afrontan las soluciones a los problemas.

Debemos partir de una premisa, para tomar buenas decisiones, acertadas decisiones, es especialmente importante realizar un profundo planteamiento del problema, porque de cómo se plantee éste se derivarán las diferentes alternativas para su solución, es decir, de alguna forma condiciona la decisión. Y porque no se debe recurrir a lo fácil, a lo obvio, quedarnos con lo que se ve, con la situación incomoda que vivimos, sino ahondar y abarcar la totalidad de situaciones que se producen alrededor del problema. En su símil médico, sería no quedarse sólo con el síntoma de la enfermedad, una fiebre, sino profundizar en todas las razones que la pueden provocar.

Normalmente los problemas vienen de afuera, ocurre algo que los detona, que los impulsa, lo que no significa que haya aguantarse con el problema, sino todo lo contrario, y es una de las diferenciaciones de los buenos dirigentes, que se anticipan a los problemas, que no están esperando sin más y apagando el fuego cuando se produce, para ello nada como crear protocolos o procesos de toma de decisiones como forma de prever situaciones.

Nuestro mundo actual está lleno de complejidades en muchos sentidos, desde su globalidad, su inestabilidad, su incertidumbre acerca del futuro, hasta las contaminaciones comunicativas e informativas, por lo tanto, más que nunca necesitamos que en la toma de decisiones, en las soluciones a los problemas se aborden con un método inteligente y prudente, analítico y objetivo, que se analicen y contrasten las causas, sus detonadores, y nos olvidemos de estas formas intuitivas e impulsivas de pasar del hecho a la solución, del hecho a la ocurrencia, del hecho a la opinión.

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